Cómo empezó esta loquera
De mochilero a anfitrión
Nací en Puerto Vallarta, pero hace años agarré mi mochila, mis chanclas y me fui a recorrer el mundo. Dormí en hostales de todos los tamaños, conocí gente de todas partes y descubrí algo que me cambió la vida: los mejores recuerdos no se hacen en hoteles, sino en lugares con alma.
En 2018 regresé a mi tierra con una idea clara: crear un espacio donde se sintiera esa misma vibra mochilera, pero con sabor a Vallarta. Así nació Chanclas Hostel, un lugar hecho para que viajes ligero, vivas local y sientas que cada día trae una historia nueva.
¿Y por qué "Chanclas"?
Me dicen El Chanclas porque siempre ando en chanclas —no por flojo, sino porque la vida se siente mejor cuando no hay prisa. Para mí, andar en chanclas es más que una costumbre: es un estilo de vida. Es vivir ligero, relajado, disfrutando el camino sin tanto rollo. Ser Chanclas es tomarte el día con calma, reírte del calor, brindar por lo simple y quedarte donde te sientes bien.
Y eso fue justo lo que quise reflejar en un hostal. Un lugar donde todo fluya: donde llegas por una noche y terminas quedándote una semana; donde desayunas con alguien de Francia, terminas comiendo tacos con alguien de Guadalajara, y brindando en el rooftop con alguien que acabas de conocer.
Chanclas Hostel nació para eso: para vivir Puerto Vallarta como se vive de verdad —en chanclas, sin prisas y con buena vibra.
Así que deja los zapatos, ponte cómodo, abre una caguama y...¡Bienvenido a Chanclas!
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